La cultura de la evaluaciòn escolar se esta abriendo camino como exigencia de reforma y de mejora de la educaciòn. Sin embargo, la evaluaciòn no se configura como algo univoco, antes bien, como un espacio abierto a controversia. Por ello, mientras por un lado, se entiende que es la manera de medir y valorar los resultados de los que se hace, por otro, toma cuerpo, tambièn, una idea de evaluaciòn iluminativa y democràtica que lo que pretende es iluminar sobre lo que acontece para poderlo mejorar. Eficacia y eficiencia seràn dos paràmetros a considerar a la hora de tratar sobre la evaluaciòn, pero tambièn , se deberà cuidar la participaciòn y colaboraciòn de todas y todos los implicados, si al menos pretendemos que la evaluaciòn tenga un sentido. El diàlogo y la implicaciòn en educaciòn, tienen su referente a la hora de la evaluaciòn y pueden convertir estos en procesos en actuaciones cooperativas. Y esto queda bien ejemplificado en la presente obra a la luz de algunos Proyectos de Observaciòn que ya han sido experimentados debidamente y que recogen experiencias de participaciòn escuela-familia alumnos-alumnas y sociedad.
lunes, 7 de junio de 2010
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